La receta de esta semana es muy sencilla, sin complicaciones y con pocos ingredientes, ideal para estos días de confinamiento en casa. Si tienes harina, azúcar, mantequilla y manzanas puedes hacer este delicioso crumble de manzana y canela.
Los postres con manzana me encantan, galletas, tartas, manzanas asadas con un poco de nata montada… ¡Este crumble va directo a mi lista de postres favoritos!
El crumble es una especie de tarta desordenada, muy rústica, de origen británico y que normalmente se elabora con una base de fruta y una cobertura crujiente.
Seguro que en casa tenéis todos los ingredientes para preparar este delicioso crumble de manzana y canela.
Ingredientes
Para la cobertura
- 150 g de harina
- 50 g de copos de avena
- 115 g de mantequilla fría
- 80 g de azúcar moreno claro
- Una pizca de sal
Para el relleno
- 4 manzanas Granny-Smith
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 cucharada de harina
- Canela molida al gusto
Para decorar
- Almendra cruda laminada
- Arándanos deshidratados
Elaboración del crumble de manzana y canela
Base de manzana y canela
En primer lugar vamos a preparar la base de fruta. En esta ocasión he elegido manzanas pero podemos hacer un crumble con casi cualquier fruta, fresas, frambuesas, melocotones, cerezas, peras…
Pelamos y descorazonamos las manzanas, en este caso, Granny-Smith. Si tenéis manzanas reinetas, perfecto también.
Cortamos la manzana en cuadraditos de tamaño regular. En un cuenco mezclamos la manzana con el azúcar, la canela en polvo y una cucharada de harina. También podemos usar harina de maíz (tipo Maizena).La harina va a ayudar a que el jugo que suelten las manzanas durante la cocción quede más espeso y tengamos un relleno de fruta con más consistencia.
Colocamos las manzanas en una fuente o molde resistente al calor. Reservamos.
También podemos colocar los trozos de manzana en moldes individuales, tipo ramequín.
Cobertura crujiente
Vamos ahora con la cobertura de este rico crumble de manzana. Es muy sencillo y si hay peques por casa nos pueden ayudar. Les encantará meter las manos en la masa.
En un recipiente amplio ponemos la harina junto con el azúcar y una pizca de sal. Añadimos también los copos de avena. Si no tenéis copos de avena usad únicamente harina.
Cortamos la mantequilla fría en cubitos y la incorporamos a la mezcla de harina. Mezclamos con los dedos la harina con la mantequilla fría (insisto mucho en que esté fría pero es algo fundamental para conseguir la cobertura) hasta que obtengamos unas migas gruesas. Igual que cuando machacamos galletas para la base de una tarta de queso.
Si no queréis mancharos las manos podéis usar una herradura de repostería. En otras entradas del blog la hemos usado pero en esta ocasión me apetecía mancharme un poco.
Cubrimos las manzanas que hemos preparado al principio con las migas. Repartimos de manera uniforme para que nos quede una capa homogénea.
Horno
Con el horno precalentado a 170-180ºC horneamos el crumble de manzana durante 40 minutos. Poco a poco la cobertura de migas se irá tostando y adquiriendo una consistencia crujiente. Para saber si las manzanas están cocinadas hacemos igual que con un bizcocho. Pinchamos con un palillo o un cuchillo y si notamos que la manzana está blanda, nuestro crumble ya está listo.
Cinco minutos antes de sacar el crumble del horno añadimos unas láminas de almendra cruda o cualquier otro fruto seco que tengamos.
Pasados los 40 minutos, sacamos el crumble de manzana del horno y dejamos que se temple un poco. Podemos añadir unas pasas o unos arándanos para decorar.
A mí me gusta caliente, la verdad. Y si lo acompañáis con un bola de helado de nata o de vainilla, ya tenéis el postre perfecto.
Si os sobra crumble para más días, podéis calentarlo unos segundos en el microondas para tomarlo caliente, si os apetece.
Espero que os haya gustado y hasta la próxima.
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