Me encantan las tartas saladas, son una de mis debilidades y el plato estrella en muchas cenas con amigos y celebraciones. Por este motivo esta semana vamos a preparar una estupenda Tarta de setas variadas y queso Roquefort. Ya veréis que fácil y rica es.
En esta ocasión vamos a usar varios tipos de setas como son los champiñones Portobello, las setas de cardo,… pero muy fáciles de encontrar en cualquier frutería o supermercado. Yo os propongo estas pero si os apetece usar otras, adelante. Y lo mismo os digo con el queso. El queso Roquefort me encanta pero igual, a muchos de vosotros os puede parecer que tiene un sabor muy fuerte. Podéis sustituirlo por gorgonzola que es mucho más suave y cremoso o incluso por un queso más tierno y suave rallado.
Lo mejor de estas tartas saladas es preparar la masa en casa. El sabor no tiene nada que ver con las masas industriales y en cuanto haces unas cuantas ya nunca más las comprarás en el supermercados. Además, puedes preparar varias masas y guardarlas en el congelador. Cuando las necesites, las sacas con un día de antelación y sólo tiene que preparar el relleno que más te guste.
Empezamos con esta deliciosa Tarta de setas variadas y queso Roquefort.
Ingredientes
Para la base de la tarta de setas:
- 200 g de harina (puede ser integral)
- 100 g de mantequilla
- 1 huevo
- 2 cucharadas de agua
- Una pizca de sal
- Especias al gusto: tomillo, estragón,…
Para el relleno de la tarta de setas:
- 200 g de setas variadas: champiñones, setas de cardo, Portobello,…
- 1 cebolla dulce pequeña
- 1 cebolla roja pequeña
- Un vaso de vino blanco
- 3 huevos
- 100 g de crema fresca (Creme fraîche)
- 200 ml de leche
- 200 g de queso Roquefort (u otro tipo de queso azul)
- Sal y pimienta
- Especias al gusto: orégano, romero, tomillo…
Elaboración de la tarta de setas y queso Roquefort
Preparación de la base
Precalentamos el horno a 180ºC.
Para hacer la base de esta tarta de setas necesitamos tener la mantequilla fría. Lo más cómodo es tener una batidora con accesorio de cuchillas. Generalmente es un vaso más ancho que lleva unas cuchillas en el fondo. A mí particularmente me tiene enamorada este robot de cocina de la marca KitchenAid pero he de reconocer que me parece un poco caro.
Si tienes un robot de este tipo no tienes más que meter en él la harina con la mantequilla, las especias y la sal y triturar durante unos segundos hasta que se formen migas gruesas. Luego añadimos el huevo y un par de cucharadas de agua. Trituramos durante 30 segundos.
Si no tenemos robot o maquina que se le parezca siempre podremos hacer la masa a mano. Generalmente suelo usar un cortador de masas de acero inoxidable, que es muy económico y nos funciona muy bien a la hora de elaborar este tipo de masas. Seguimos los mismos pasos que antes os he contado. Tardaremos un poco más pero el resultado va a ser el mismo.
Cuando tengamos la masa con un aspecto de migas, la amasamos un poco con las manos para darle forma de disco. Luego la envolvemos con plástico de cocina y la refrigeramos un par de horas. De esta manera la masa reposará y no se nos romperá al estirarla luego.
Una vez pasado el tiempo de reposo, la sacamos del frigorífico y sobre una superficie enharinada la estiramos con un rodillo. El grosor de la masa será de unos 4-5 mm, no mucho más gruesa para que no nos quede muy gordita al hornearla luego.
Horneado en blanco de la base
Cuando tengamos la masa estirada, la colocamos con cuidado sobre el molde que hayamos elegido. Lo mejor es un molde metálico desmoldable pero uno de cerámica también nos puede valer.
Colocamos una hoja de papel de horno sobre la masa y encima añadimos garbanzos o alubias para hacer de peso. También podemos usar bolitas cerámicas de repostería.
Horneamos la masa 10-15 minutos con el falso relleno a 180ºC. Una vez pasado este tiempo, sacamos el molde del horno y dejamos que se enfríe unos minutos. Retiramos la hoja de papel con el relleno de garbanzos o bolitas de cerámica. Reservamos.
Preparación del relleno de la tarta de setas
En primer lugar vamos a cocinar las setas con las cebollas. Picamos las cebollas en cuadraditos, lo más fino que podamos. Reservamos.
Limpiamos las setas con un paño húmedo o al chorro de agua si están muy sucias. No es recomendable mojar las setas ya que son muy porosas y absorben una gran cantidad de agua. En la mayoría de fruterías y supermercados ya venden las setas bastante limpias así que con pasarles un papel o un paño húmedo será suficiente.
Cortamos los champiñones en láminas no muy finas. Si usamos setas de cardo las rompemos con las manos en tiras, no es necesario cortarlas con el cuchillo.
Ponemos una sartén amplia al fuego y añadimos dos o tres cucharadas de aceite de oliva virgen. Cuando el aceite esté caliente añadimos la cebolla picada y rehogamos a fuego medio hasta que comience a ponerse transparente.
A continuación añadimos las setas y salpimentamos al gusto. Añadimos el vasito de vino blanco y cocinamos las setas durante unos minutos, hasta que estén tiernas pero no demasiado hechas.
Apagamos el fuego y dejamos que se enfríen antes de usarlas.
En un cuenco grande batimos los huevos con una pizca de sal y de pimienta y las especias que más nos gusten. Añadimos la leche y la crema fresca y batimos hasta obtener una mezcla homogénea y ligera.
Añadimos las setas y cebollas que habíamos cocinado antes y mezclamos suavemente.
Si nos ha sobrado algo de masa, podemos hacer unos adornos en forma de champiñón y colocarnos por encima.
Horno
Con el horno precalentado cocinamos la tarta de setas aproximadamente unos 25 minutos o hasta que el relleno haya cuajado pero sin pasarnos que lo bueno de este tipo de tartas es que el relleno esté cremoso y esponjoso.
Pasado este tiempo, la sacamos del horno y dejamos que se enfríe sobre una rejilla.
Ya está lista para comer. Para la próxima cena con amigos ya sabéis que preparar. Vais a sorprender a vuestros amigos o invitados. Además, si sobra algo, que lo dudo mucho, al día siguiente estará igual de buena o más. Ya me diréis que tal os ha quedado.
Espero que os haya gustado y hasta la próxima.
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