Hoy os proponemos una receta salada muy sencilla. Vamos a preparar una tarta salada o quiche de espinacas frescas y tomatitos.
Es una receta perfecta para tener preparada con antelación ya que no necesita comerse recién sacada del horno. Es ideal para una cena o como plato principal en una comida acompañada de una buena ensalada y algo de fruta.
Nos hemos decantado por las espinacas frescas por sus múltiples vitaminas y minerales y por su alto contenido en fibra. Si no tenemos espinacas frescas a nuestro alcance siempre podemos usarlas congeladas pero si es posible es mucho mejor utilizar su versión fresca. En muchos supermercados y centros comerciales ya están disponibles limpias y envasadas como las ensaladas.
Las espinacas aportan muy pocas calorías y ni un solo gramo de grasa. Contiene beta-caroteno, que es un antioxidante muy beneficioso para nuestro organismo. También aportan vitaminas C y A y es una excelente fuente de hierro. Ideal para todos aquellos que tengáis anemia o falta de hierro.
En definitiva, las espinacas son una fuente inagotable de salud que podemos encontrar en nuestras fruterías y mercados sin ninguna dificultad.
Además de espinacas, en esta receta vamos a usar tomatitos o tomates cherry. Podemos encontrar tomatitos de diferentes variedades de tomate: tomates pera, tomates kumato, tomates amarillos… Cualquiera de ellos queda fenomenal en esta tarta salada. Podéis usar los que más os gusten. Los tomatitos aportan un pequeño toque ácido que contrasta con la suavidad de las espinacas.
¡Vamos a por la receta!
Ingredientes
- Una lámina de pasta quebrada (de compra o casera) o de hojaldre
- 4 huevos
- 200 ml de leche evaporada
- 300 g de espinacas frescas
- 10 tomatitos
- 1 cebolla pequeña o un puerro
- 100 g de queso rallado
- 50 g de pasas
- Una pizca de sal
- Una pizca de pimienta negra recién molida
- Orégano o hierbas provenzales o romero o albahaca… a vuestro gusto
Elaboración
Necesitaremos un molde desmontable o uno apto para el horno.
Precalentamos el horno a 180-190 ºC.
Colocamos una hoja de papel de horno en nuestro molde y sobre ella colocamos la pasta quebrada o el hojaldre. En esta ocasión vamos a usar hojaldre de compra. Elaborar hojaldre casero es un poco laborioso y nos va a llevar algo de tiempo. En el mercado hay hojaldres de buena calidad que podemos usar para esta y otras preparaciones. También se puede hacer pasta quebrada casera, como ya hicimos en La Dulceneta hace algún tiempo ya.
Recortamos los bordes que sobren y con un tenedor pinchamos la base de la tarta para evitar que suba luego al hornear.
Cubrimos la base con un papel de horno y colocamos unos garbanzos o bolitas de cerámica aptas para el horno a modo de relleno provisional de nuestra tarta y horneamos a 180 ºC durante 10-15 minutos.
Una vez pasado este tiempo sacamos del horno y dejamos enfriar antes de retirar el peso que habíamos colocado antes.
En una sartén amplia sofreímos la cebolla que previamente hemos cortado en dados pequeños. Este paso me gusta hacerlo a fuego lento y dejar que la cebolla se caramelice un poco. Añadimos una pizca de sal y un poco de pimienta y dejamos la cebolla hasta que se dore.
Subimos un poco el calor de la sartén y añadimos las espinacas a la cebolla. Os va a parecer una cantidad ingente de espinacas pero al cabo de unos minutos el volumen se ha reducido a una cuarta parte, por lo menos. Las espinacas tienen un alto contenido en agua y con el calor van perdiendo parte de ella y perdiendo por lo tanto volumen. Rehogamos las espinacas con la cebolla unos cinco minutos. No es necesario cocinar mucho tiempo las espinacas y más cuando vamos a hornearlas luego.
Por último añadimos las uvas pasas y mezclamos con las espinacas y la cebolla.
Apagamos el fuego y reservamos.
En un cuenco batimos los cuatro huevos con una pizca de sal y de pimienta. Cuando estén bien batidos añadimos la leche evaporada. También se puede usar nata para cocinar, con un contenido en materia grasa del 18% pero la leche evaporada es mucho menos calórica y la tarta queda mucho más ligera.
Batimos la mezcla y añadimos la especia que hayamos elegido. En este caso hemos usado orégano pero la albahaca fresca también le va fenomenal. Añadimos el queso rallado y las espinacas que habíamos cocinado antes. Mezclamos y repartimos de manera que quede distribuido de forma homogénea.
Ya tenemos preparado el relleno de nuestra tarta. Vertemos sobre el molde con el hojaldre o la pasta quebrada ligeramente cocinada.
Cortamos los tomatitos por la mitad y los repartimos con el corte hacia arriba por toda la tarta.
Ya tenemos la tarta preparada. Sólo nos queda hornearla.
Horno
180-190 ºC durante 45-50 minutos o hasta que la superficie de la tarta esté dorada. El relleno ha de quedar jugoso, no una pasta seca y dura. No os paséis con el tiempo de horneado.
Pasado este tiempo, sacamos la tarta del horno y dejamos que se enfríe sobre una rejilla.
¡Ya tenemos nuestra tarta lista para comer!
A mí me encanta esta tarta recién hecha, incluso cuando todavía está caliente. Lo mejor es dejar que se temple un poco, pero eso lo dejo a vuestro gusto. También está buenísima al día siguiente, incluso fría. Si os apetece templadita, podéis meterla unos segundos en el microondas pero sin pasarnos que la masa se puede reblandecer mucho.
Como plato principal con una buena ensalada es una comida perfecta, ideal para llevar al trabajo o a una excursión al campo o a la playa.
Además, es una buena manera de darles verdura a los niños y acostumbrarles a comer hortalizas y verduras a diario. Las tartas saladas son perfectas para introducir las verduras y hortalizas en la alimentación de los más pequeños. Si el plato es atractivo, se lo van a comer sin rechistar. Si a mí no me gusta un plato de verduras súper cocidas sin ninguna gracia , lo más normal es que a los más pequeños tampoco les guste. Tenemos que hacer que la comida les entre por los ojos y con recetas como estas es mucho más fácil.
Os dejo un vídeo de Jamie Oliver en el cual pregunta a niños si identifican las verduras y hortalizas que les enseña. ¡Es increíble! Hay niños que no diferencian un tomate de una patata. No dejéis que a vuestros hijos o niños que tengáis cerca les pase esto.
Os aseguro que a los más peques de la casa esta tarta de espinacas y tomatitos les va a encantar. Ya me diréis.
Espero que os haya gustado. Hasta la próxima.
No Comments