Hoy vamos a preparar una receta para sorprender y dejar a nuestros invitados con la boca abierta. Lo haremos gracias a esta maravillosa Tarta de limón con lemon curd y crema de queso. Una tarta aparentemente sencilla pero que impresionará a los paladares más exquisitos y sibaritas.
Como recordaréis, la semana pasada en La Dulceneta hicimos una crema de limón casera o lemon curd. Pues bien, en esta receta vamos a usar un poco de esa deliciosa crema casera. De esta manera realzaremos el sabor de esta tarta de limón añadiendo una capa de lemon curd. Además decoraremos la tarta de limón con crema de queso para acabar de hacerla absolutamente deliciosa.
Esta tarta de limón es muy refrescante y nada pesada aunque pueda parecer lo contrario. El toque de limón hace que sea una tarta muy apropiada para este verano que acaba de comenzar y la combinación del lemon curd con la crema de queso es perfecta. Es una tarta ideal para cualquier celebración, cena o fiesta. Además creo que nos ha quedado preciosa, ¿no os parece?
No nos liamos más que la receta es un poco larga pero nada complicada. ¡A por la tarta de limón!
Ingredientes
Para un molde redondo de 18 cm de diámetro. Se pueden usar dos moldes de 18 cm pero más bajos para hornear las capas por separado o un único molde más grande.
Para el bizcocho:
- 3 huevos L
- 175 ml de aceite suave
- 180 g de azúcar
- 200 g de harina
- 1 cucharadita de levadura
- Una pizca de sal
- 1 limón
- 2 cucharadas de leche
- Extracto de limón (opcional)
- Colorante amarillo (opcional)
Para el relleno:
- Lemon curd o crema de limón
Para el almíbar:
- Zumo de un limón
- 2 cucharadas de azúcar
Para la cobertura:
- 200 g de queso de untar
- 175 g de azúcar glasé
- 200 g de mantequilla punto pomada
Elaboración de la tarta de limón
Elaboración del bizcocho
Precalentamos el horno a 180ºC. Preparamos el molde o moldes. Los engrasamos con aceite o mantequilla y los espolvoreamos con harina. Con unos suaves golpes retiramos el exceso de harina. Reservamos.
Batiremos el azúcar con el aceite. Si preferís usar mantequilla en lugar de aceite, adelante lo único a tener en cuenta es que las cantidades no son equivalentes. Como norma general 100 g de mantequilla equivaldrían a 85 g de aceite virgen extra. Para saber más del tema os dejo este post tan interesante de Webos Fritos.
Una vez que tengamos mezclados el aceite y el azúcar añadimos los huevos de uno en uno. Hasta que no se haya integrado uno no añadimos el siguiente. Si hacéis la receta con unas varillas manuales me lo agradeceréis.
Lavamos el limón, lo secamos y rallamos la piel. Evitad llegar a la parte blanca de la cáscara ya que amarga bastante. Añadimos la ralladura a la mezcla.
En otro recipiente mezclamos la harina con la levadura y la pizca de sal. Tamizamos para incorporar más aire a la mezcla y para quitar posibles grumos.
Añadimos la mezcla de harina poco a poco a la mezcla anterior. Yo suelo hacerlo de dos o tres veces, depende de la cantidad de harina que estemos usando en la receta. Con una espátula o cuchara grande incorporamos con movimientos envolventes para evitar la formación de grumos. Si vemos que la mezcla nos queda muy espesa podemos añadir un par de cucharadas de leche que aligerarán la masa del bizcocho.
Sabor y color del bizcocho
Si queremos darle un sabor más intenso a limón podemos añadir una cucharadita de extracto de limón. Además para hacer más énfasis en la temática de la tarta podemos añadir un poco de colorante en pasta de color amarillo para que nos recuerde un poco más al limón. Yo uso colorantes de Wilton pero podéis usar cualquiera que sea en pasta ya que los líquidos no dan tanto color. Para conseguir la misma intensidad tenemos que usar mucho más colorante líquido lo que hace que la mezcla se aligere y cambie. Si no queréis o no tenéis colorante podéis obviar este paso.
Horno
Horno a 180ºC sin ventilador durante 50 min si usáis un único molde. Si utilizáis dos o tres moldes el tiempo se reducirá a la mitad más o menos. Os recuerdo que siempre que hagamos bizcochos NUNCA abriremos la puerta del horno.
Cuando el bizcocho esté listo lo sacamos del horno y dejamos que se enfríe sobre una rejilla. Una vez que lo tengamos templado, casi frío lo desmoldaremos y dejaremos que se enfríe por completo sobre la rejilla.
Como esta tarta es un poco laboriosa de hacer podemos preparar el bizcocho el día anterior. Una vez horneado y frío lo envolvemos en plástico de cocina y lo reservaremos para el día siguiente. Podemos guardarlo en la nevera o en un sitio fresco de la cocina. Al día siguiente sólo tenemos que cortarlo en capas y usarlo en la tarta.
Elaboración del almíbar
Para que el bizcocho de nuestra tarta de limón esté jugoso y más delicioso vamos a bañarlo con un almíbar. Para ello exprimiremos el limón que hemos usado antes y lo calentaremos en un cazo o cazuela pequeña junto con un par de cucharadas de azúcar. Si el limón tiene poco zumo añadid un poquito de agua, un par de cucharadas más o menos. Calentamos hasta que comience a hervir. En ese momento apagamos el fuego y retiramos el cazo del calor. Reservamos.
Elaboración de la crema de queso
Esta crema de queso os va a servir para infinidad de tartas, como la Carrot cake o la tarta Guinnes. Ya la hemos usado más veces pero os cuento cómo hacerla una vez más.
Necesitaremos una batidora eléctrica con varillas o un robot de cocina para hacer la crema. Es más sencillo y nuestro brazo lo agradecerá. También podemos hacerla a mano pero tardaremos mucho más tiempo.
En el vaso del robot o en un recipiente amplio batimos la mantequilla punto pomada con el azúcar glasé previamente tamizado. Obtendremos una butter cream o crema de mantequilla que podremos usar como relleno y cobertura de tartas y pasteles. Si vemos que la crema nos queda un poco dura podemos añadir una o dos cucharadas de leche. Batiremos la crema hasta que se ponga de un color amarillo pálido, casi blanco.
Una vez que tengamos la crema blanquecina añadimos el queso frío y batimos hasta que se integre por completo. No es necesario batir mucho la crema ya que puede perder firmeza. Cuando el queso se integre dejamos de batir.
Decoración y montaje de la tarta de limón
Para decorar la tarta colocaremos la crema de queso en una manga pastelera a la que habremos colocado una boquilla. En este caso una boquilla redonda pero puedes usarla estrellada o de la forma que más te guste. También podemos usar la manga sin boquilla ya que vamos a hacer pequeños montoncitos redondos. Reservamos la manga con la crema.
Si hemos preparado un único bizcocho tenemos que cortarlo para obtener dos o tres capas. Yo he puesto dos capas pero también podéis hacerla de tres. Tendréis que cortar cada capa un poco más delgada.
Con una lira o con un cuchillo de sierra cortamos la parte superior del bizcocho para que nos quede una cara plana. Reservamos este trozo de bizcocho. Lo usaremos más adelante. Una vez que tengamos el bizcocho igualado lo cortaremos en dos o tres capas. Os recuerdo que para cortar capas el bizcocho ha de estar completamente frío.
Ponemos el disco inferior en un plato o pie para tartas y lo pintamos con el almíbar que hemos preparado antes. Usaremos la mitad del almíbar. Una vez que hayamos pintado el bizcocho con el almíbar pondremos una buena capa de lemon curd. Extendemos con una cuchara o espátula.
Con la manga pastelera vamos haciendo pequeñas bolitas de crema queso sobre la capa de lemon curd. Comenzamos por la parte exterior del bizcocho y acabamos en el centro. Es un proceso sencillo pero que nos llevará algo de tiempo. Con un poco de paciencia cubriremos todo el bizcocho sin darnos ni cuenta.
Para que la capa que colocaremos a continuación se sostenga sobre todo el relleno que hemos puesto tenemos que enfriar unos minutos. Metemos la capa que hemos preparado en el frigorífico durante 10 min. Pasado este tiempo la sacamos y continuamos montando la tarta de limón.
Colocamos el otro disco de bizcocho encima y bañamos con el almíbar restante. Decoramos la superficie con la crema de queso que nos quedaba de la misma manera que la primera capa.
Acabamos la decoración partiendo un trozo del bizcocho que habíamos reservado al cortar para igualar y con un rallador o con un colador de acero inoxidable rallamos una migas por encima de la tarta. Es un toque de migas sutil, no es necesaria mucha cantidad. Como una ligera lluvia de migas de bizcocho.
¡La tarta de limón ya está lista! ¿A que ha merecido la pena? Reconozco que parece un poco laborioso pero al final el resultado es espectacular. Pero lo mejor de todo es que es una tarta de limón deliciosa, muy jugosa, nada empalagosa y muy fresca y ligera.
Ya nos contaréis si os ha gustado y si alguien se anima a hacerla queremos ver fotos del resultado. Ya sabéis que para hacernos cualquier pregunta o si simplemente nos queréis contar cualquier cosa estamos aquí para lo que queráis. Os esperamos en los comentarios del post, en nuestras redes sociales y a través de nuestro correo electrónico hola@ladulceneta.es.
Espero que os haya gustado y hasta la próxima.
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