En La Dulceneta ya nos estaba apeteciendo hacer una receta de cupcakes. Si, ya sabemos que está un poco visto lo de los cupcakes y que pueden ser un poco cursis pero no nos resistíamos a hacer esta receta. Muchos conoceréis la receta de los cupcakes o tartas Red Velvet. Es un tierno y jugoso bizcocho de color rojo intenso y que suele rellenarse de crema de queso y cubrirse con dicho glaseado. Es una tarta deliciosa y no muy complicada pero hay que tener cierta experiencia y un poco de paciencia para montar las capas del pastel (layer cake en inglés, es decir, pastel de capas). El color rojo intenso se conseguía antes de los colorantes artificiales que usamos actualmente con remolacha hervida. Si alguna vez habéis usado remolacha para ensaladas u otra preparación habréis comprobado que tiene un color rojo fucsia precioso.
En esta ocasión vamos a hacer los cupcakes de color azul. De ahí su nombre, Blue Velvet como la canción de Bobby Vinton . Aquí os dejamos el enlace de esta canción de los años sesenta que en La Dulceneta nos encanta. En 1963 llegó a ser número uno y es el tema principal de la película Terciopelo Azul de David Lynch. Os recomiendo que veáis esta película de 1986 ya que si os gusta el surrealismo os encantará. Para nosotros es una obra maestra; hace tiempo que no la vemos, a sí que en La Dulceneta ya tenemos plan para esta noche.
Os aconsejamos oír esta canción mientras elaboráis vuestros cupcakes, sentiréis que os transportáis a otra época. Seguro que os sentís como en los años sesenta, en una de esas maravillosas cocinas coloridas con tartas y pies enfriando en el alfeizar de la ventana.
Ingredientes
Vamos con la receta de hoy, Cupcakes Blue Velvet. Necesitaremos los siguientes ingredientes:
Para los cupcakes:
- 130 ml de leche (entera o semidesnatada)
- 1 huevo
- Zumo de un limón
- 115 ml de aceite de girasol o de oliva suave
- 220 g de azúcar
- 200 g de harina
- 20 g de cacao en polvo
- Una pizca de sal
- 1 tsp de extracto de vainilla
- 1/2 tsp de bicarbonato
- 1 tsp de vinagre blanco
- Colorantes en gel azul y violeta de Wilton (para red velvet usar colorante rojo) o de otra marca
Para la cobertura:
- 125 g de queso crema no light
- 200 g de azúcar glasé
- 60 g de mantequilla
Elaboración
Precalentamos el horno a 175 ºC y colocamos cápsulas de papel sobre una bandeja para cupcakes o magdalenas. Con estas cantidades nos saldrán unas doce unidades.
Añadimos a la leche el zumo del limón y lo dejamos reposar unos minutos. Muchos os preguntaréis para que sirve este paso. La receta original usa suero de leche o butter milk que es difícil de conseguir en España o por lo menos yo no lo he visto en ningún supermercado de mi zona. En tiendas online especializadas supongo que se podrá adquirir. Os dejo un enlace al blog El rincón de Bea donde os explica mejor que yo cómo se hace butter milk casero.
A continuación batimos los huevos con el aceite, el extracto de vainilla y el azúcar hasta que quede una mezcla homogénea. La mezcla se volverá blanquecina y subirá un poco de tamaño.
En un cuenco grande mezclamos y tamizamos la harina con el cacao. Poco a poco lo vamos añadiendo a la mezcla anterior alternándolo con la leche que tendrá aspecto como si estuviera cortada. Mezclamos con cuidado con una espátula o a baja velocidad si lo hacemos con una batidora.
Cuando ya tengamos la mezcla preparada mezclamos el vinagre con el bicarbonato en un vasito. Veréis que rápidamente empieza a burbujear, como si fuera un pastilla efervescente. En ese momento lo añadimos a la mezcla y removemos.
Y ahora llega el momento de añadir el colorante. Como veis en los ingredientes tenemos colorantes azul y violeta. ¿Pero los cupcakes no eran azules? Sí, son azules pero si usamos únicamente colorante azul la mezcla se volverá de un color verdoso muy poco apetecible. Estará buenísima pero el color será feo, os lo digo por experiencia. Si añadimos colorante violeta esto no nos sucederá y los cupcakes serán de un azul intenso muy bonito.
Añadimos un poco de cada uno de los colorantes hasta conseguir un color azul brillante e intenso. Al hornear se perderá un poco de color, sobre todo por el exterior. No uséis colorantes líquidos porque os variará la consistencia de la mezcla y el color nunca será tan intenso como el de los colorantes en gel. Yo uso colorantes en gel de la marca Wilton. No os paséis con el colorante, id probando con poca cantidad, como 1/4 de una cucharilla de café.
Horneado de los cupcakes
Una vez conseguido el azul intenso es momento de hornear. Rellenamos las cápsulas hasta 2/3 de su capacidad y los horneamos durante unos 20 minutos a unos 175 ºC y en la mitad del horno sin ventilador.
Cuando hayan pasado unos quince minutos podemos abrir el horno para comprobar si ya están hechos pinchándolos con un palillo. Si sale limpio ya están horneados. No os paséis con los tiempos que luego se quedan duros como piedras y no hay vaso de leche que logre que se ablanden.
Los dejamos enfriar sobre una rejilla.
Preparación del glaseado
Para preparar el glaseado o cobertura batimos la mantequilla a temperatura ambiente hasta que quede tersa. Añadimos el queso frío poco a poco y mezclamos hasta que quede bien integrado. Es importante que el queso no esté a temperatura ambiente para que no pierda su consistencia. Luego será más difícil decorar los cupcakes ya que la cobertura quedará muy líquida. No batir mucho la mezcla. En cuanto estén ambos ingredientes integrados dejar de remover.
Incorporamos el azúcar y con una espátula mezclamos con movimientos envolventes hasta que quede una textura esponjosa.
Colocamos esta delicia de cobertura en una manga pastelera con una boquilla con forma de estrella. Yo suelo usar la 1M de Wilton. Para llenar con mayor facilidad la manga pastelera, yo suelo colocarla dentro de un vaso. De esta manera tengo las dos manos libres para poder llenarla mejor y no mancharme.
Si la cobertura os ha quedado un poco ligera, metedla en la nevera un rato hasta que tenga consistencia.
Decoración
Y no queda más que decorar los cupcakes. Cogemos un cupcake y empezamos a decorarlo desde fuera hacia dentro. Con un poco de paciencia y práctica veréis que el uso de la manga pastelera no es muy complicado. Todo es cuestión de practicar. Los primeros igual queda un poco irregulares pero poco a poco iréis mejorando.
Si los vais a transportar, como era nuestro caso os recomiendo decorarlos en el mismo recipiente en el que los llevéis.
Por último podéis decorarlos con unos fideos de chocolate o un poco de cacao en polvo espolvoreado por encima de la cobertura.
Espero que os haya gustado. Hasta la próxima.
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