Después del atracón de dulces navideños me apetecía hacer una receta salada para empezar 2018 con alegría. Y en esta ocasión vamos a estrenar las recetas saladas de 2018 con un bizcocho salado de peras, nueces y queso azul.
Es una mezcla que en principio puede parecer rara pero las peras y el queso azul combinan a la perfección. Si además añadimos nueces, este bizcocho salado sólo puede quedar exquisito.
Para este bizcocho salado voy a usar queso azul pero si os apetece un queso algo más suave podéis sustituirlo por gorgonzola dulce. El queso gorgonzola es un queso de origen italiano, de aspecto cremoso y untuoso y podemos degustarlo en dos variedades: dulce o picante.
Los más valiente podéis usar un buen queso de Cabrales pero ojo con las cantidades ya que nos puede quedar demasiado fuerte de sabor.
También podéis usar otro fruto seco en lugar de las nueces: almendras, pistachos, avellanas…
Empezamos con este riquísimo bizcocho salado de peras, nueces y queso azul.
Ingredientes
- 3 huevos
- 100 ml de aceite de oliva suave
- 200 g de harina
- 2 cucharaditas de levadura química
- 1 pera grande o dos pequeñas (Conferencia, por ejemplo)
- 80 g de nueces peladas
- 100 g de queso azul a temperatura ambiente
- 50 g de queso curado rallado
- 120 ml de nata
- Una pizca de sal
- pimienta negra recién molida
Necesitaremos un molde tipo cake alargado de unos 23 cm de largo.
Elaboración del bizcocho salado de peras, nueces y queso azul
Para elaborar este bizcocho salado no es necesario robot de cocina ni batidora de varillas, con una simple varilla manual y una espátula es más que suficiente.
En primer lugar comenzamos batiendo los huevos junto con el aceite de oliva suave. Si quieres que el bizcocho tenga un sabor más neutro puedes usar aceite de girasol de calidad.
Añadimos el queso azul en trozos y con ayuda de las varillas lo integramos en la mezcla. Si el queso azul está a temperatura se integrará mucho mejor en la mezcla.
En otro recipiente tamizamos la harina para evitar posible grumos y para incorporar un poco más de aire a nuestro bizcocho salado. Añadimos también la levadura tipo Royal y media cucharadita de sal.
Incorporamos poco a poco la harina a la mezcla anterior y con ayuda de una cuchara grande o de una espátula removemos con movimientos envolventes. Obtendremos una masa bastante espesa y de aspecto un poco granuloso.
A continuación añadimos la nata líquida. La mezcla quedará un poco más ligera y lisa. En este momento añadimos el queso curado rallado y las nueces ligeramente picadas.
Sólo nos queda por añadir la pera. Pelamos la pera y la partimos en cuatro trozos. Quitamos el corazón con una puntilla o una cucharilla y la picamos en trozos pequeños. Más o menos de 1 cm de lado. Añadimos a la mezcla y con mucho cuidado y movimientos envolventes distribuimos la pera de forma uniforme.
Horno
Precalentamos el horno a 180ºC durante unos diez minutos.
Engrasamos el molde con un poco de mantequilla o de aceite. Para asegurarnos que el bizcocho salado se desmolda correctamente podemos colocar unas tiras de papel de horno en el fondo del molde. En esta receta de Webos Fritos podéis ver cómo forrar un molde correctamente.
Una vez que tengamos el molde preparado vertemos la mezcla de bizcocho salado en su interior. Con una espátula o una cuchara alisamos un poco la superficie.
Cuando el horno esté caliente introducimos el molde en él y horneamos el bizcocho salado durante 35-40 minutos a 170ºC.
Como en todos los bizcochos es muy importante no abrir la puerta del horno. Si lo hacemos el bizcocho salado no subirá correctamente y se nos hundirá con toda seguridad. De todas formas, este bizcocho es bastante denso y no sube tanto como otros.
Una vez que haya pasado el tiempo de horneado, sacamos nuestro bizcocho salado y dejamos que se enfríe sobre una rejilla unos 10-15 minutos. Cuando comience a separarse de las paredes del molde, sacamos el bizcocho salado y dejamos que se enfríe por completo sobre la rejilla.
Este bizcocho salado de peras, nueces y queso azul es ideal para preparar una merienda o una comida informal. También quedaría perfecto en un brunch o en una cena acompañado de una buena ensalada de rúcula y tomate.
Además, se conserva tierno durante muchos días, siempre que lo tapemos con un film de cocina o lo guardemos en un portatartas.
Espero que os haya gustado y hasta la próxima.
No Comments