Uno de los bizcochos que más me gusta es el de limón. Refrescante, jugoso y con un punto ácido que me encanta. En esta ocasión hemos querido darle un toque diferente, para cambiar un poco la receta y vamos a preparar bizcocho de ricotta, limón y semillas de amapola.
La combinación queda espectacular, creedme. El queso ricotta le da una jugosidad increíble y las semillas de amapola aportan el crujiente, además de darle un aspecto precioso al bizcocho. Si no encontráis queso ricotta podéis sustituirlo por requesón. La textura es prácticamente la misma y no se nota nada en el sabor. Las semillas de amapola es más difícil sustituirlas. Si no encontráis semillas de amapola podéis hacer el bizcocho de ricotta sin ellas.
Además, este riquísimo bizcocho de ricotta y limón lo vamos a preparar en un molde precioso de Nordic Ware, del que estoy completamente enamorada. Se trata del molde Citrus Loaf y se ha convertido en uno de mis favoritos. A los que os gusten este tipo de moldes seguro que me entendéis. En cuanto te compras uno quieres otro y otro y… ¡Nunca tienes suficientes moldes!
Ni que decir tiene, que si no tienes este molde no pasa absolutamente nada. En cualquier molde tipo cake este bizcocho de ricotta, limón y semillas de amapola va a quedar delicioso.
Comenzamos con la receta.
Ingredientes
Os pongo los ingredientes en medidas de tazas, para los que no tengáis báscula.
- 1/2 taza de mantequilla
- 4 huevos
- 1 taza de azúcar
- 2 tazas de harina
- 1 tsp de levadura química
- 1/4 tsp de bicarbonato
- Una pizca de sal
- 1/2 taza de queso ricotta o requesón (unos 150 g)
- Un limón
- Una cucharadita de semillas de amapola
Elaboración del bizcocho de ricotta, limón y semillas de amapola
En un recipiente amplio batimos la mantequilla punto pomada con el azúcar hasta obtener una crema lisa y homogénea, de un color amarillo pálido. Se puede batir la mezcla con unas varillas manuales o eléctricas.
A continuación añadimos los huevos de uno en uno. Hasta que no se incorpore el primer huevo a la mezcla no añadiremos el siguiente. Repetimos este paso hasta incorporar todos los huevos.
Rallamos el limón, procurando no llegar hasta la parte blanca de la piel para evitar que nos amargue. Añadimos la ralladura de limón a la mezcla.
Seguimos con la receta del bizcocho de ricotta. Es el momento de incorporar el queso ricotta o el requesón. Con las varillas o con una espátula removemos con cuidado hasta que nos quede una masa de aspecto grumoso. No es necesario batir demasiado la mezcla. En este paso añadimos también el zumo de limón.
En otro recipiente mezclamos la harina con la levadura y una pizca de sal. Tamizamos la mezcla para incorporar aire y para evitar algún que otro grumo de harina.
Añadimos a la mezcla anterior de dos o tres veces. También incorporamos las semillas de amapola. Con movimientos envolvente mezclamos. Es importante mezclar de esta manera para no batir en exceso la mezcla. Si mezclamos enérgicamente y durante mucho tiempo, nuestro bizcocho de ricotta quedará menos tierno. Al trabajar las masas mucho tiempo comienza a desarrollarse el gluten y la estructura del bizcocho nos quedará un poco más dura y compacta.
Preparación del molde
Si usamos un molde con dibujo, como este de Nordic Ware, deberemos engrasarlo muy bien. Podemos usar un spray especial para repostería o engrasarlo con un poco de aceite con la ayuda de un pincel. Si usamos un molde liso, sin dibujo procederemos de la misma manera para asegurarnos un buen desmoldado después de hornear.
Horno
Precalentamos el horno a 180ºC durante unos 10 minutos.
Horneamos el bizcocho de ricotta durante 45-50 minutos a esta temperatura. Hace mucho que no os lo digo, ¡¡¡NO ABRÁIS EL HORNO!!! Si abrimos el horno durante la cocción del bizcocho de ricotta, la temperatura del horno bajará drásticamente y nuestro bizcochito no subirá.
Pasado este tiempo pinchamos con un palillo para asegurarnos de que el bizcocho de ricotta está cocido.
Desmoldado del bizcocho de ricotta, limón y semillas de amapola
Sacamos el bizcocho y dejamos que se enfríe sobre una rejilla durante 10 minutos. Pasado este tiempo el bizcocho de ricotta saldrá sin dificultad del molde. Con ayuda de un plato o de la misma rejilla lo sacamos del molde y dejamos que se enfríe por completo.
Una vez que el bizcocho de ricotta esté completamente frío podemos decorarlo con un poco de azúcar glasé. También podemos decorarlo con glaseado de limón. No tenemos más que mezclar dos o tres cucharadas de azúcar glasé con un chorrito de zumo de limón. La consistencia de este glaseado ha de ser como la del caramelo o la leche condensada.
Como este bizcocho de ricotta, limón y semillas de amapola es tan jugoso nos durará tierno bastantes días, si lo tapamos con film de cocina o lo tapamos con una campana de cristal. También podemos cortarlo en rebanadas y envolverlas individualmente en film de cocina. Si las guardamos en una lata o en un recipiente hermético nos durarán tiernas casi una semana. ¡Incluso podemos congelar las rebanadas de bizcocho de ricotta! Como os he dicho, este bizcocho de ricotta aguanta bastante bien incluso una semana aunque dudo mucho que os dure tanto tiempo porque está tan rico que desaparecerá en cuestión de horas.
Espero que os haya gustado y hasta la próxima.
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