Creo que el Red Velvet es uno de los bizcochos más conocidos en repostería y no es para menos ya que su sabor y textura son tan particulares que o te encanta o lo odias. En La Dulceneta nos gusta mucho este tipo de bizcocho y en otra ocasión publicamos una receta de Cupcakes Blue Velvet, y a decir verdad, es una de las recetas que más éxito tiene en el blog.
Como bien dice el nombre, este Red Velvet Bundt Cake tiene una textura aterciopelada, suave y su sabor es intenso y muy agradable. Tiene una combinación de sabores muy sutil, un suave toque de vainilla y un punto de cacao que combina fenomenal.
En esta ocasión vamos a usar un poco más de cantidad de cacao que la que se suele usar en este bizcocho. Me apetecía darle un toque de chocolate un poco más intenso. Para dar el típico color rojo usaremos un colorante alimentario pero si no tienes o no te apetece usarlo, adelante. De hecho hemos usado poca cantidad. Como vamos a hacer un Red Velvet Bundt Cake y no una tarta creo que el color no es tan importante. Por eso en las fotos, el color rojo del corte del bizcocho es un poco oscuro, casi color vino tinto.
Como os he comentado vamos a hacer el bizcocho en un molde de bundt cake, en concreto un molde Nordic Ware, modelo Jubilee. No es necesario tener este tipo de moldes, en un molde para bizcochos normal y corriente se puede preparar igual.
¡Encendemos el horno y comenzamos a preparar este Red Velvet Bundt Cake!
Ingredientes
- 250 ml de leche
- 2 huevos
- 150 ml de aceite de girasol
- 250 g de azúcar
- 300 g de harina
- 30 g de cacao en polvo sin azúcar
- Una pizca de sal
- 1 tbsp de esencia de vainilla (1 tbsp= 15 ml)
- 2 tbsp de vinagre
- 1 tbsp de bicarbonato sódico
- Colorante alimentario en gel de color rojo
Elaboración del Red Velvet bundt cake
Precalentamos el horno a 180ºC.
Preparamos el molde. Si vamos a usar un bundt cake hemos de engrasarlo muy bien y a continuación lo enharinamos. Retiramos el exceso de harina con unos suaves golpes.
Mezclamos la harina con la sal y el cacao y lo tamizamos. Reservamos esta mezcla.
En una taza mezclamos la leche con una cuchara de vinagre. También podemos usar el zumo de medio limón. Removemos y dejamos la mezcla hasta que veamos que la leche se empieza a cortar. Tardará unos 10 minutos. Reservamos.
En un recipiente grande batimos los huevos con el azúcar hasta que estén espumosos. Poco a poco añadimos el aceite y seguimos batiendo hasta que la mezcla tenga un aspecto cremoso. Añadimos la esencia de vainilla y mezclamos hasta que se integre por completo.
A continuación incorporamos un tercio de la mezcla de harina y cacao y batimos. Añadimos la mitad de la leche y seguimos batiendo hasta que la mezcla quede uniforme. Repetimos esta operación con lo que nos queda de las mezclas. Alternamos la mezcla sólida con la líquida.
La mezcla final ha de quedar sin grumos y lisa. Añadimos el colorante en gel. Normalmente suelo utilizar colorante en gel de Wilton. Con una pequeña cantidad es suficiente, una cucharadita pero si quieres que el rojo sea muy intenso añade más cantidad. Mezclamos hasta que toda la mezcla quede un color rojo uniforme.
Por último, en una tacita o recipiente pequeño mezclamos el bicarbonato con una cucharada de vinagre. Empezará a burbujear muy rápido. Removemos un poco y lo añadimos rápidamente a la mezcla. Remover hasta que se integre por completo.
Llenamos el molde y lo horneamos.
Horno
Horno a 180ºC, con calor por arriba y abajo sin ventilador durante 40 minutos. Colocamos la rejilla en la mitad del horno y colocamos el molde sobre ella. Si usamos un molde para bundt cake lo colocaremos directamente sobre la rejilla del horno para que el calor se distribuya mejor por el molde.
Pasado este tiempo comprobamos que el bizcocho está hecho pinchando con un palillo. Si sale limpio el bizcocho ya está y lo podemos sacar del horno.
Dejamos enfriar sobre una rejilla durante 10-15 minutos. Pasado este tiempo empezará a despegarse de las paredes del molde. Si no es así esperamos unos minutos más.
Damos la vuelta al molde y desmoldamos el bizcocho. Dejamos enfriar por completo sobre la rejilla.
Cuando esté frío del todo podemos espolvorear un poco de azúcar glasé para decorar.
¿Qué os ha parecido este Red Velvet Bundt Cake? Os va a encantar este bizcocho. Una buena idea para todos aquellos que celebréis San Valentín. Podéis hacer una tarta súper romantica con la que sorprenderéis a vuestra pareja o a cualquiera porque este bizcocho está tan rico que os van a querer incluso más.
Ya nos contaréis cómo os ha quedado.
Espero que os haya gustado y hasta la próxima.
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