El otoño nos regala ingredientes maravillosos que podemos usar para preparar postres deliciosos y sorprendentes. Y que hay más típico del otoño que la calabaza. Por eso hoy vamos a preparar una Tarta de calabaza y nueces pecanas deliciosa.
En esta ocasión vamos a usar, además de calabaza, nueces pecanas o de Pecán pero si no las encontráis podéis usar nueces españolas. La tarta va a quedar buenísima con cualquier tipo de nueces.
Además, casualmente, hoy es Día de Acción de Gracias en Estados Unidos. En muchas casas estadounidenses tomarán de postre en la cena una tarta muy similar a esta tarta de calabaza y pecanas que vamos a preparar hoy.
Es sencilla de preparar pero nos va a llevar algo de tiempo hacerla. Para adelantar tiempo podemos preparar la base con unos días de antelación.
Comenzamos con la Tarta de calabaza y nueces pecanas.
Ingredientes
Necesitaréis un molde de 22-24 cm de diámetro, de metal o cristal.
Para la base
- 125 g de harina de trigo
- 50 g de harina de almendras
- 1 huevo L
- 100 g de mantequilla fría
- 50 g de azúcar moreno o panela
Para el relleno
- 3 huevos L
- 100 g de azúcar moreno o panela
- 200 ml de leche evaporada
- 400 g de puré de calabaza
- 100 g de nueces pecanas
- 1 cucharadita de canela molida
- 1/2 cucharadita de nuez moscada
- 1/2 cucharadita de jengibre
- 1/4 cucharadita de cardamomo molido
- Una pizca de sal
Elaboración de la tarta de calabaza y nueces pecanas
Preparación de la base
Para hacer la base de esta tarta de calabaza, lo mejor es tener la mantequilla fría, recién sacada del frigorífico.
En un recipiente colocamos los dos tipos de harina, una pizca de sal y el azúcar. A continuación añadimos la mantequilla fría cortada en trocitos. Con ayuda de un tenedor o de un cortador de repostería mezclamos hasta obtener unas migas gruesas, de aspecto arenoso. Para terminar nuestra base incorporamos un huevo y mezclamos hasta tener una masa homogénea y sin grumos. Puede tener un aspecto un poco pegajoso pero un rato de reposo en el frigorífico hará que luego sea más manejable.
Envolvemos en un trozo de plástico de cocina y refrigeramos, como mínimo, una hora. También podemos preparar la base unos días antes y dejarla en el frigorífico hasta que la usemos. Incluso podemos congelarla.
Preparación del puré de calabaza
Para hacer la tarta de calabaza necesitamos, obviamente, calabaza o mejor dicho puré de calabaza. En otras ocasiones ya os he comentado cómo hago el puré de calabaza pero no me importa repetirlo. Lo mejor es hacer la calabaza en el horno. Si la cocemos, absorbe mucho agua y luego puede estropearnos la textura del relleno. Podemos asar la calabaza pelada y partida en trozos o asar un trozo grande con piel. Una vez asada la piel de la calabaza se despegará sola. Horneamos la calabaza hasta que esté tierna.
Una vez que tengamos la calabaza asada, la aplastamos con un tenedor o un machacador de patatas y ya tenemos listo nuestro puré de calabaza. Reservamos.
Preparación del relleno de la tarta de calabaza y pecanas
En un recipiente amplio batimos los huevos con el azúcar, una pizca de sal y la mezcla de especias. Mezclamos hasta que el azúcar se deshaga en el huevo.
A continuación incorporamos la leche evaporada y mezclamos. También se puede usar nata pero con la leche evaporada, la tarta de calabaza y pecanas quedará mucho más ligera y con menos grasa.
Por último añadimos el puré de calabaza y removemos para que se integre en la mezcla. Reservamos.
Como habéis podido observar, hasta el momento no hemos usado para nada las nueces pecanas. Ha llegado el momento de darles el protagonismo que se merecen.
De los 100g de nueces pecanas apartamos unas 12-15 de ellas, que posteriormente usaremos para decorar la tarta de calabaza. El resto vamos a triturarlas hasta obtener un masa que tenga una cierta consistencia. Podemos triturar las nueces pecanas con un procesador de alimentos, con una batidora de cuchillas o con un mortero. Una vez que las tengamos machacadas, las reservamos.
Horno
Horneado en blanco de la base
Precalentamos el horno durante 10-15 min a 180ºC.
Sacamos la masa del frigorífico y sobre una superficie enharinada la estiramos hasta obtener un disco de unos 25-30 cm de diámetro y 0,5 cm de grosor, aproximadamente. También podemos estirar la masa sobre una hoja de papel vegetal o de horno. De esta forma podremos manejarla mejor a la hora de colocarla en el molde.
Cuando tengamos la masa estirada la pasamos al molde. Acomodamos la masa de forma que quede perfectamente colocada en el molde. Recortamos el borde sobrante con un cuchillo.
Pinchamos el fondo de la base con un tenedor para evitar que suba a la hora de hornearla.
Refrigeramos el molde con la base durante 15-20 minutos para que se endurezca antes de hornearla.
Pasado este tiempo la sacamos del frigorífico.
Para hornear la base en blanco necesitaremos un “falso relleno”. Yo uso garbanzos o alubias pero se pueden usar bolitas de cerámica de repostería. Colocamos una hoja de papel para horno sobre el molde y colocamos el falso relleno.
Horneamos durante 10-15 min a 180ºC. A continuación quitamos el relleno y horneamos durante 5 minutos más. Sacamos del horno y dejamos enfriar unos minutos.
Segundo horneado
Con la base de la tarta de calabaza horneada y enfriada, sólo nos queda por incorporar el relleno.
Primero colocamos las nueces trituradas o machacadas. Aplastamos con el dorso de una cuchara hasta obtener una capa uniforme de 0,5 cm, más o menos.
A continuación incorporamos la mezcla de huevos, leche evaporada y puré de calabaza.
Horneamos a 160ºC durante 25-30 minutos. Si durante el horneado la tarta se tuesta en la superficie podemos taparla con un trozo de papel de aluminio para que no se dore demasiado.
Cuando la tarta esté horneada la sacamos y rápidamente colocamos las nueces que teníamos reservadas.
Dejamos enfriar sobre una rejilla. Cuando esté fría del todo podemos acabar de decorarla con azúcar glasé.
Podemos comer esta tarta de calabaza y nueces pecanas recién salida del horno, cuando todavía está templada, o fría. De ambas formas está deliciosa.
Podemos acompañarla con un poco de nata montada o con una bola de helado de vainilla.
Mirad que corte más bonito tiene este trozo de tarta de calabaza y pecanas. ¿No os parece precioso?
Espero que os haya gustado y hasta la próxima.
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